Resulta que mi Banco, Caja Madrid, redondeaba mi hipoteca, y la de miles de hipotecados más, a su favor … resulta que el despido del prestigiosos señor Pizarro supone un monto de 18.000 veces el salario mínimo … resulta que mi carnicero de toda la vida me vendía carne de vaca loca o gallinas con gripe o no sabemos qué … mientras mi club de futbol favorito evade impuestos y atasca mi barrio cada quince días resulta que dirigimos la mirada a mi ONG… pues tenemos que ser transparentes, va a ser que todo lo comentado, hipotecas, salarios, gripes y demás, son fenémenos transparentes pero que no alcanzan a escandalizar suficientemente a nadie, va a ser que, junto a la transparencia, cierta mirada ética, de reproche social es necesaria…
Volviendo a mi ONG, en la última auditoría municipal, una consultora examinó hasta la nausea la carpeta de más de 450 facturas que aportamos, encontrando incidencias tales como: IVA no desglosado, falta de código postal o dudas sobre porqué una casa de acogida tiene que comprar productos de limpieza. También encontró otras cosas, no todo va a ser absurdo, lo que pasa es que no debían ser de suficiente entidad como para justificar su propio salario. La transparencia, selectiva, sesgada, instrumetal y meramente técnica nos sale carísima.
Nadie nunca nos preguntó sobre condiciones laborales en el Tercer Sector , sobre porqué sigue existiendo en nuestro país miles de mujeres explotadas en prostitución, o seguimos con millones de pobres o porqué no se habla de la violencia contra la infancia … preguntas a las que, por otra parte, tendríamos respuestas también muy transparentes.