La nueva realidad no tiene todavía bien definidas sus palabras. Un suicidio por desahucio se debería llamar desahuciomicidio, un tasa por recurrir una sentencia, sería una sententasa, que cueste más comer en el colegio público que en la Asamblea de Madrid, eso ya no sé si tiene nombre…
Sigue la realidad virtual, la paralela, la del “lo pero ya ha pasado”, yo me pregunto ¿para quién? ¿alguien nota alguna diferencia? mientras tanto España se opone a la quita de la deuda Griega, y nuestro ministro de economía es valorado en el 19º puesto por The Economist… de una lista de 19. Solidaridad y buena gestión, esas son las claves. Aunque estemos practicando todo lo contrario. No nos cansemos de decirlo, es una estafa colectiva, no una crisis. Como decía Mayor Zaragoza, los que dan más miedo son los que pudiendo hablar, callan.