Así que la Fundación Lealtad ya nos enseñó a todos a quién rinde tributo, con su última campaña on-line para promocionarse. Le da igual esparcir clichés y estereotipos que que difaman a todo el sector de ONG, con tal de salvar su propio nicho de mercado. Ya sabemos qué somos las ONGs para la Fundación, meras oportunidades de negocio, para que ella se sitúe delante de quien realmente la importa, las empresas para las que trabaja.
Qué curioso que cuando se caen los bancos, las constructoras, las promotoras y ahora también las petroleras, despidiendo a miles de personas, llevandose por delante la mitad de la economía, no seamos las ONGs las que nos preguntemos sobre la transparencia de todo lo demás. Me pregunto cuantas de estas empresas utilizaban los servicios de la Fundación Lealtad para verificar la transparencia ajena.
Por cierto, la transparencia de la Fundación Lealtad ya no hace falta verificarla, sus lealtades nos han quedado muy claras.