En algunos paises comienza justo desde la gestación, las niñas tienen más posibilidades de ser abortadas que los niños, luego avanza en la esperanza de vida, menro en las niñas hasta los 5 años, continúa denengando el acceso a la educación o con su retirada temprana…Todo ello se va salpicando de otras violencias, en el ámbito de la familia, discriminación, cargas de trabajo etc. Encontramos formas extremas, la Mutilación Genital, la violación como arma de guerra etc. De este tablero de violencias no se puede escapar, se puede mover de casilla. En algunos paises la violencia es menos explícita, pero aflora en formas de trabajo invisible, mala remuneración, violencia en el ámbito de la pareja, discriminación laboral…
Podemos intentar mover las fichas para que no caigan en las formas más terribles, sin duda será útil, pero podemos cuestionar las reglas de juego e intentar modificar el tablero. Eso es realmente lo relevante, aunque muy difícil. Es difícil porque la situación genera unos privilegios a la otra mitad de la población, tan arraigados que ya no es que sean irrenunciables, es que parecen naturales. No es sólo compartir tareas, que visto el escenario no deja de ser una propuesta exigua y casi ridícula, se trata de romper escenarios. El mundo doméstico, el mundo laboral, el político, el mundo de las artes… todo está funcionalmente orientado para colocar roles y cargas en un lado y privilegios y posibilidades en el otro. La metáfora de la balanza no parece suficiente, hay que cambiar la imagen mental, no necesitamos una balanza, mejor una trituradora…